Cuántos hombres y mujeres se ven por doquier llevando encima un peso innecesario! Esta enfermedad es una manifestación del gran recargo de sustancias extrañas que están acumuladas en el organismo.
Todo esto por no adaptarse a las normas de la alimentación natural, por falta de movimiento (vida sedentaria), etcétera.
Muchos se conforman con la idea de que es una enfermedad hereditaria y que como no hay nada que hacer, pueden seguir su curso de acción, comiendo y bebiendo hasta llegar al final, pero en este concepto es erróneo, pues hay que hacer algo para quitar ese mal de encima.
Tratamiento:
Régimen vegetariano exclusivo, eliminando completamente las carnes, grasas, manteca, queso, etc. Dejar a un lado las comidas de pastas, pan blanco y manjares dulces. Puede comerse con preferencia: naranjas, mandarinas, frutillas; hacer la cura de limones. Además comer ensaladas crudas de lechuga, escarola, tomates, rabanitos, cebolla, amargón, etc. Beber los tés que aconsejamos en el capitulo correspondiente.
Aplíquese dos baños de vapor semanalmente. Ejercicios físicos y respiratorios. Caminar mucho y proporcionar movimiento al cuerpo de cualquier forma, ya sea por trabajo manual en el jardín, en la quinta, en la fábrica, etc. El ocio es la madre de la obesidad.
Dos "baños restauradores" fríos diariamente. El "baño restaurador" alternado se aplica dos veces por semana, pues es un agente eficaz para combatir la grasa excesiva que molesta mucho al paciente. Los baños de sol y mar, cuando se pueden hacer, dan resultados sorprendentes.
Dormir las horas necesarias, solamente de noche, pues los que duermen mucho también durante el día, difícilmente se librarán de este mal. Las cenas deben ser muy livianas, preferibles de frutas o ensaladas crudas.
Todo esto por no adaptarse a las normas de la alimentación natural, por falta de movimiento (vida sedentaria), etcétera.
Muchos se conforman con la idea de que es una enfermedad hereditaria y que como no hay nada que hacer, pueden seguir su curso de acción, comiendo y bebiendo hasta llegar al final, pero en este concepto es erróneo, pues hay que hacer algo para quitar ese mal de encima.
Tratamiento:
Régimen vegetariano exclusivo, eliminando completamente las carnes, grasas, manteca, queso, etc. Dejar a un lado las comidas de pastas, pan blanco y manjares dulces. Puede comerse con preferencia: naranjas, mandarinas, frutillas; hacer la cura de limones. Además comer ensaladas crudas de lechuga, escarola, tomates, rabanitos, cebolla, amargón, etc. Beber los tés que aconsejamos en el capitulo correspondiente.
Aplíquese dos baños de vapor semanalmente. Ejercicios físicos y respiratorios. Caminar mucho y proporcionar movimiento al cuerpo de cualquier forma, ya sea por trabajo manual en el jardín, en la quinta, en la fábrica, etc. El ocio es la madre de la obesidad.
Dos "baños restauradores" fríos diariamente. El "baño restaurador" alternado se aplica dos veces por semana, pues es un agente eficaz para combatir la grasa excesiva que molesta mucho al paciente. Los baños de sol y mar, cuando se pueden hacer, dan resultados sorprendentes.
Dormir las horas necesarias, solamente de noche, pues los que duermen mucho también durante el día, difícilmente se librarán de este mal. Las cenas deben ser muy livianas, preferibles de frutas o ensaladas crudas.
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